Originario de Sinaloa, Aldo se dice ser “stylist por accidente”, no sabemos cuál
fue el accidente, pero sí sabemos que es de los estilistas más prolíficos de
México, con trabajos para Glamour, GQ, Nylon, Cosmopolitan, Vanidades, Quien y
un sinfín de publicaciones. Además ha hecho el estilismo para eventos de Ana de
la Reguera o Belinda, todo con una elegancia impecable. Su propio estilo es
siempre diferente a lo establecido y nunca cae en lo vulgar.
“La vida para un
discapacitado es dura, para un discapacitado pobre es más dura. Así fue mi
infancia”. Después de haberse dado cuenta, en la secundaria, de que era bueno
para dibujar las ilustraciones de las monografías decidió fomentar su gusto por
el dibujo.
Es
referencia en el discurso internacional del quinto arte. Maz Protech,
prestigiado galerista de arquitectura en Nueva York ha dicho: “de México para
el mundo. Después de Luis Barragán, Enrique Norten”. Norten inició su carrera a
principios de los ochentas, cuando la economía –como siempre- estaba por los
suelos. Y por tanto, no era tan fácil levantar grandes o monumentales
construcciones. Sin embargo, Enrique no perdió el tiempo y paralelamente
comenzó a participar en concursos de arquitectura. En 1998, ganó el Premio de
Arquitectura Latinoamericana Mies van der Rohe, por el Hotel Habita de la
Ciudad de México.
